Gaticos sobrevivientes al incendio de refugio en Santa Marta llegaron a Medellín
Los felinos están recibiendo evaluacioned médicas y a la espera de recuperarse para busca un hogar que los llene de amor.

El pasado 23 de marzo, una joven que le colabora desde hace varios años reportando casos de abuso o maltrato animal en Santa Marta, dió voces de alerta reportando que en el polideportivo de Santa Marta habían incendiado una casita en la que vivían alrededor de 50 o 60 gatos, y que de esa casita solo habían logrado rescatar a 6.
Según las autoridades, lo que sucedió es que alguien malintencionado roció gasolina sobre el lugar y le prendió fuego, desconociendo por su puesto la identidad y las razones de los involucrados. “Todavía no hay información clara al respecto, aún están investigando y están ofreciendo recompensas para identificar al responsable, pero la verdad es que no se sabe nada”, explica Hernández, quien desde hace dos años trabaja de la mano con Vida Felina en casos tan complejos como este.
¿Cuántos gatos del incendio de Santa Marta están en Medellín?
Durante la jornada de rescate de ese 23 de marzo, en Santa Marta lograron recuperar a ocho gatos bebés que estaban acompañados y cuidados por Zoé, una minina amarilla de siete meses, tal vez más, tal vez menos, que no los dejó ni por un segundo pese a que tuvo todas las oportunidades para hacerlo, un caso que les llamó muchísimo la atención a todos los involucrados con el caso.
De esos nueve gatos, uno murió durante esa misma noche, y otros dos, en días posteriores. “En total quedaron seis gatitos que eran los que iban a viajar en un primer momento a Medellín, pero dos de ellos no podían hacerlo por condiciones de salud, o sea que ese día había cuatro gatos listos para trasladar a Medellín”, anota Hernández.
Sin embargo, al día siguiente, es decir, el 24 de marzo, Gatu Beltrán se fue nuevamente al polideportivo y se encontró con cinco animales más en los alrededores, los cuales fueron trasladados, igual que los demás a una clínica veterinaria dispuesta a tratarlos mientras podían llegar a su destino entre las montañas y posterior se entregaron a hogares de paso.
Por lo complejo del caso, a Beltrán le notificaron que cerca había otra casita similar, en un sitio llamado el Parque de San Miguel, pero al llegar, no encontró ni uno de los 30 o 40 peludos de los que le habían hablado. “En ese momento ella empezó a investigar un poco y bueno, la comunidad le contó que al parecer hay un grupo de personas practicando rituales con gatos porque en días anteriores al frente de la puerta de la casita habían visto una lápida y un velón encendido”, sigue contando la médica veterinaria.
La noticia para todos los que se estaban articulando alrededor de esta situación fue que por ningún lado había rastros de los felinos, excepto por tres que fueron recogidos durante el trayecto que recorrió la mujer de Santa Marta en la búsqueda, y que fueron incluidos en el viaje a Medellín. Hasta ahora las autoridades no se han pronunciado al respecto y sus investigaciones no se han dado a conocer al público.
En total llegaron a Medellín 12 gatos gracias a la colaboración y a la unión de esfuerzos de Latam, de algunos influencers, de algunas personas allegadas a Vida Felina y a Happy Pets Club y de algunas personas que conocieron y se conmovieron con la historia. Al final se recogieron todos los recursos para envío de los guacales desde Medellín y compra de los tiquetes, además para el pago de los certificados exigidos por la aerolínea y de la clínica veterinaria que los atendió en un primer momento.
¿Qué sigue ahora?
Según cuentan desde Happy Pets Club, la idea es estabilizarlos en sus instalaciones pues en realidad son 13 gatos los que tienen de Santa Marta porque en días anteriores habían rescatado a uno que fue abandonado allí y al que habían reportado por tener discapacidad visual, por lo que lo cuentan dentro del grupo. “Todos están en proceso de recuperación”, especifica Hernández.
La médica cuenta, además, que uno de ellos tiene hemoparásitos, otra es positiva a leucemia, otro tiene un problema bastante complejo en un ojito, otra un problema en los oídos, es decir, en general están bastante delicados de salud y con desnutrición por lo que aún no están listos para ser acogidos por un hogar definitivo.
No obstante, ahora todos los esfuerzos y todos los llamados se centran en el bien común de estas criaturas: “En este momento estamos reforzando el tema de las donaciones y estamos buscando ayuda en empresas como Laika y Gabrica para tratar de conseguir desparasitantes, antipulgas, multivitamínicos, medicamentos para los hongos. Es decir, estamos recolectando aportes monetarios a la cuenta de ahorros de Bancolombia de Happy Pets Club (33300035863) y a la de Vida Felina (03017188926), los cuales deben ser reportados a los números +57 301 7188926 y +57 314 7441871 para hacer el respectivo abono a la veterinaria”, Andrea Urrea Colorado d Vida Felina.
Foto: Esneyder Gutiérrez