Tragedia en el sumergible hacia el Titanic: ¿Quiénes eran los multimillonarios fallecidos?
Hamish Harding, un aventurero británico que voló al espacio en 2022, Shahzada y Suleman Dawood, una prominente familia empresarial pakistaní, Paul-Henry Nargeolet, el "Sr. Titanic" que ya había explorado el famoso naufragio, y Stockton Rush, director ejecutivo de OceanGate, son las víctimas de la trágica expedición submarina hacia el Titanic.

Tras el lamentable suceso que se cobró la vida de los ocupantes del submarino que se dirigía al Titanic, se han revelado los perfiles de los multimillonarios que se encontraban a bordo.
Hamish Harding, de 58 años, era un aventurero británico propietario de Action Aviation en Dubái. En su historial de hazañas, destaca su vuelo al espacio en 2022 a bordo de Blue Origin, convirtiéndose así en uno de los pocos privilegiados en experimentar la ingravidez fuera de nuestro planeta.
Shahzada Dawood, de 48 años, era un empresario británico y miembro de una de las familias más adineradas de Pakistán. Ocupaba el cargo de vicepresidente en Engro Corporation, un importante conglomerado paquistaní dedicado al sector de los fertilizantes. Viajaba junto a su hijo Suleman, de 19 años, quien era estudiante de la Universidad de Strathclyde en Glasgow, habiendo completado recientemente su primer año en la Escuela de Negocios de la universidad.
Paul-Henry Nargeolet, de 77 años, un exsubmarinista de la Marina francesa, también se encontraba a bordo del submarino. Apodado el «Sr. Titanic», Nargeolet fue parte de la primera expedición que visitó los restos del Titanic en 1987, tan solo dos años después de su descubrimiento. Su experiencia y conocimiento lo convirtieron en una figura reconocida en el mundo de la exploración submarina.
Por último, Stockton Rush, de 61 años, era el director ejecutivo de OceanGate, la empresa encargada de gestionar los viajes al Titanic. Rush saltó a la fama en 2021 cuando anunció la oferta de viajes al lugar donde reposan los restos del icónico transatlántico. Su objetivo era brindar a los aventureros la oportunidad de sumergirse en la historia y explorar los misterios del naufragio.
La trágica pérdida de estos destacados individuos ha conmocionado a la comunidad empresarial y a los entusiastas de la exploración. Las investigaciones continúan para determinar las circunstancias exactas de la implosión del submarino y las causas de este desafortunado incidente.
Tragedia del sumergible Titán plantea interrogantes sobre la seguridad y certificación
Tras cuatro días de intensa búsqueda, se ha confirmado la trágica suerte del submarino Titan, que desapareció el pasado domingo mientras llevaba a cabo una expedición en busca de los restos del Titanic. La Marina estadounidense ha informado que el domingo habían detectado el sonido de una implosión submarina, probablemente atribuible al sumergible. Sin embargo, las autoridades continuaron con las labores de rescate esperando salvar a los cinco ocupantes, quienes ahora se han dado por muertos.
El 18 de junio de 2023, el sumergible Titán, operado por OceanGate, desapareció en aguas internacionales del Atlántico Norte, aproximadamente a 400 millas náuticas de la costa de Terranova, Canadá. El Titán transportaba a cinco personas como parte de una expedición turística para observar los restos del Titanic. La comunicación con el sumergible se perdió una hora y 45 minutos después de que comenzara su inmersión hacia el sitio del naufragio. Las autoridades fueron alertadas cuando el Titán no regresó a la superficie en el horario programado.
Después de una búsqueda que duró casi 80 horas, un vehículo submarino operado a distancia (ROV) descubrió un campo de escombros que contenía partes del Titán, ubicado aproximadamente a 488 metros de la proa del Titanic. Las conclusiones se basaron en la detección desclasificada de una implosión en la zona el día del viaje por parte de la Armada de los Estados Unidos, lo que sugiere que el casco de presión del Titán implosionó poco después de iniciar su descenso, provocando la muerte instantánea de todos los ocupantes.
Se habían planteado preocupaciones sobre la seguridad del Titán. Los ejecutivos de OceanGate no buscaron la certificación para el sumergible, argumentando que los protocolos de seguridad excesivos obstaculizaban la innovación. Esta decisión ha sido objeto de críticas. Antes de la tragedia, existían advertencias sobre los riesgos asociados al desarrollo de los sumergibles de OceanGate. La Sociedad de Tecnología Marinha (MTS) envió una carta a la empresa en 2018, expresando una «preocupación unánime» y recomendando implementar un programa de prueba de prototipos revisado y testificado por una organización internacional de seguridad marina, como DNV-GL.
La operación de búsqueda y rescate fue llevada a cabo por un equipo internacional liderado por la Guardia Costera de los Estados Unidos, la Armada de los Estados Unidos y la Guardia Costera de Canadá. Se contó con el apoyo de aeronaves de la Fuerza Aérea Real Canadiense y la Guardia Nacional Aérea de Estados Unidos, un barco de la Armada Real Canadiense, así como varios barcos comerciales y de investigación, y vehículos submarinos operados a distancia (ROVs).
Actualmente, se están recopilando los fragmentos encontrados del Titán para investigar lo sucedido y reconstruir la secuencia de eventos que llevaron a la tragedia. El comité de supervisión del