Cadena perpetua a profesor por quitarle la vida a su alumna de 13 años

Este caso de violencia tiene conmovido a todo el territorio mexicano luego de que el profesor atentara contra la vida de la joven cuando estos sostenían una relación sentimental oculta, el profesor al ser casado por temor a que su esposa lo descubriera, decidió ponerle fin al romance de manera violenta,

Este la asfixio, luego intento quemarla para no dejar rastro de ella y finalmente arrojarla en una vereda. El hombre responsable del crimen fue identificado como Rubén Yala, de 52 años, quien se había involucrado sentimentalmente con su alumna, generando así un caso de infidelidad que le generó incomodidad y temor, aun sabiendo que además de ser un engaño para su esposa, representaba un caso de ilegalidad debido a la edad de su amante.

Los medios locales, informan que el hecho ocurrió al interior de una institución conocida como la telesecundaria número 35 en Higuera de Los Natoches, comunidad de Sinaloa. La sociedad de dicho barrio desato completo rechazo e indignación, al ver que un agente investigativo confirmo que era el docente el verdadero responsable.

Tras el hecho las autoridades encontraron evidencias que permitieron ordenar la captura del docente. Al ser llevado ante los estados judiciales, fue imputado con delito de feminicidio, lesiones personales con el hecho de que se trataba de una mujer con quien sostenía una relación sentimental, y que además era menor de edad.

Las autoridades de México determinaron que el hombre deberá pagar una condena de 42 años de prisión, los cuales deberán ser cumplidos en reclusión intramural, al ser considerado una persona potentemente peligrosa para la sociedad.

La menor fue identificada como María Fernanda quien fue hallada en abril del 2015 en un área rural ubicada en el camino El Fuerte Carrizo, después de haber sido reportada como desaparecida, tras salir de su vivienda, advirtiendo que iría a hacer tareas en un café internet.

La investigación por parte de la Fiscalía de su país incluyó testimonios de personas cercanas a la joven, que pusieron sobre la mesa el hecho de que la niña tuviera una relación cercana con el profesor, advirtiendo que este frecuentemente la llevaba en su camioneta hasta su casa.

Tras la aparición del cadáver de la joven, el profesor fue llamado a declarar ante la justicia, espacio en el que los investigadores lograron determinar la imprecisión y contradicción en cada uno de sus testimonios. Debido a la constante serie de preguntas que se le hacía.

El profesor se vio confrontado y terminó confesando su autoría del crimen.